Diseño Editorial Básico: Convierte tus páginas en experiencias.

En un mundo saturado de contenidos, el diseño editorial tiene la tarea de destacar, seducir y, sobre todo, conectar.

Para lograrlo, necesitas algo más que habilidades técnicas: necesitas una visión que desafíe tendencias y un profundo entendimiento de cómo la cultura visual afecta a las audiencias. En otras palabras, debes ser un narrador visual con un ojo puesto en las reglas y otro listo para romperlas. Aquí te contamos cómo hacerlo.

1. Manejo del ritmo

Imagina componer desde una perspectiva música. Hay instrumentos que dan atmósferas, otros armonías, otros melodías, otros arreglos y también hay silencios.

En el diseño editorial tenemos textos, imágenes, colores, tipografías, márgenes y vacíos. jugar con esos elementos es nuestra labor, dejar que conversen en la página para que guíen al lector en una experiencia memorable.

2. La tipografía: tu aliada y tu némesis

La elección correcta y el manejo de tipografías le dará personalidad a tu publicación. Para hacerlo de manera acertada debes tener en cuenta el contexto histórico y cultural de la pieza, recoger referentes e inspiraciones y sobretodo educar y sensibilizar tu ojo. Esto requiere experiencia y capacidad de síntesis.

Siempre prioriza la legibilidad sobre el estilo. Luego juega con tamaños exagerados, alineaciones salvajes (si el contenido lo permite).

3. El vacío es tu mejor herramienta

El espacio en blanco no es «espacio desperdiciado», es el mejor amigo del diseñador elegante y el enemigo de los que no entienden la sutileza.

4. Antes de empezar a diagramar

No te aventures a diseñar toda tu publicación sin tener un concepto editorial claro y aprobado por tu cliente. 

Utiliza páginas emblemáticas para trabajar sobre el concepto e itéralo las veces necesarias antes de continuar el desarrollo.

5. Atrévete a romper las reglas (pero sé inteligente)

El diseño editorial es tu lienzo para experimentar. Una vez interiorices las reglas básicas podrás comenzar a probar nuevos medios y herramientas. 

Si tu publicación es impresa agrega acabados inesperados como tintas metálicas o troqueles para elevar la experiencia táctil. Dale algo al lector para tocar, admirar y presumir.

Si trabajas en plataformas digitales explora animaciones o efectos interactivos que lleven tu diseño al siguiente nivel. Haz que el scroll sea un viaje, no una rutina.

6. El lector: el verdadero juez

Al final del día, todo este despliegue de creatividad tiene un propósito: conquistar al lector (y que quiera más). Ponte en los zapatos del lector y has pruebas para determinar:

7. Conclusión

El diseño editorial no tiene por qué ser aburrido ni predecible, pero si quieres impactar tendrás que arriesgarte, equivocarte y aprender de los errores, es la manera en la que puedes innovar. Con un poco de atrevimiento y una dirección de arte impecable puedes transformar cualquier proyecto editorial en una experiencia que los lectores no olvidarán. ¡Así que sal de tu zona de confort, juega con las reglas y demuestra que el diseño editorial puede ser tan entretenido como tú quieras!

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